La pandemia por el Covid-19 nos ofrece una lección de oro: que el rol de una maestra o un maestro en la sociedad es irremplazable y la necesidad de reconstruir el puente entre escuela y casa.
Quedarse en casa y asumir el rol de la educación de sus hijos resulta agotador para muchos: implica lidiar con el trabajo propio, con los quehaceres del hogar, con las tareas de la escuela, con los horarios de conexión a clases en línea y con la ansiedad e incertidumbre propia de estos tiempos.
La pandemia demuestra que labor de los educadores es única e insustituible y que más allá de los contenidos, los padres de familia en casa deben ser los maestros sin título encargados de transmitir la importancia del aprendizaje a sus hijos, de motivarlos y acompañarlos en el proceso, incluyendo apoyo emocional.
Felicitaciones por el valioso vínculo que se construye y sostiene día a día !! Adelante !!
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